Continuamos con interés la lectura de América profunda de Rodolfo Kusch. Hoy discutimos el primer libro, «La ira divina».
En un primer momento, Juan Cepeda H. nos presentó el Exordio, la Introducción y los tres primeros capítulos. En las dos primeras partes, Kusch propone, sin profundizar aún, la categoría del estar en su contraste con la pulcritud de Occidente y las fuentes de donde toma las ideas (Imbelloni, Arguedas, Canal Feijóo, Martínez Estrada, entre otros). Luego nos presenta al indio Joan de Santecruz Pachacuti, quien nos induce a comprender eso de la «ira divina» siempre explícita en el pensamiento aborigen pero solapada en la cultura «civilizada», y los modos de ser de Viracocha, resaltando particularmente a Tunupa que va siendo el mundo.
En un segundo momento, Alexánder Idrobo centra su relatoría en la definición del mero estar, la importancia de la cosmovisión geográfica de los Incas, su forma de vivir mediante sus cultivos, la familiaridad con el peregrino, el trabajo comunitario indígena para cuidar que en todo tiempo hubiera alimento para todos, la solidaridad no solamente humana sino ambiental, es decir ecológica... y otros aspectos valiosos de la cultura quechua.
En un segundo momento, Alexánder Idrobo centra su relatoría en la definición del mero estar, la importancia de la cosmovisión geográfica de los Incas, su forma de vivir mediante sus cultivos, la familiaridad con el peregrino, el trabajo comunitario indígena para cuidar que en todo tiempo hubiera alimento para todos, la solidaridad no solamente humana sino ambiental, es decir ecológica... y otros aspectos valiosos de la cultura quechua.
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