24 de septiembre de 2009

Metafísica medioeval

En la sesión del día de hoy, el Asesor académico explicó a los asistentes de primer semestre, cómo después de Aristóteles, la Filosofía primera (Metafísica u Ontología), de fondo no avanzó mucho: los diversos estudios acerca del ser durante la Edad Media (e inclusive a través de la Moderna) dan cuenta de ello, pues son estudios que giran alrededor de la propuesta aristotélica. No hay tratado que no hable de esta ciencia del ser, de sus propiedades trascendentales (unidad, verdad, bondad), de sus maneras de ser o categorías (sustancia, cantidad, relación, cualidad, acción, pasión, tiempo, lugar, situación, hábito), del acto y la potencia, de la materia y la forma (hilemorfismo), de la esencia y la existencia, ...

Tomás de Aquino se ocupa de estas cosas en diversas obras: El ente y la esencia, Cuestiones disputadas sobre la verdad, Suma contra gentiles y Suma de teología, entre otras. Para nuestro análisis, tomamos el artículo 3, de la cuestión 5, de la primera parte de la Suma de teología: Utrum omne ens sit bonum. Sabemos que para el Aquinate el ser por excelencia es Dios, en quien reside toda perfección y bondad. «Todas las perfecciones están en Dios en razón de la simplicidad de su ser, por eso son unidad en Él. Si alguien pudiera con una sola cualidad ejercer los actos de todas las cualidades, poseería todas las demás en esa sola cualidad; análogamente, Dios en su existir mismo posee toda perfección» (El ente y la esencia, c. VI, p. 111 s)*.

Varios. Compartimos la alegría de que los organizadores del Congreso Internacional Martín Heidegger (Barranquilla) hayan aceptado las ponencias de nuestros compañeros Hernán Cortés - Alexánder Idrobo y Miguel Barragán - Juan Cepeda H. Igualmente saludamos que Juan haga parte de la Martin-Heidegger-Gesellschaft (Messkirch, Alemania).

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* Traducción de Juan Sepich, Universidad de Buenos Aires, 1940.

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