26 de agosto de 2010

Introducción a la Metafísica - 2010


En las sesiones del 19 y del 26 de agosto nuestro Semillero desarrolló dos asuntos bien importantes. El primero fue que aprobamos por unanimidad, para los Estudiantes que finalizan su octavo semestre, que hayan sido disciplinados y asiduos participando en SEMEyON: podrán presentar solicitud de continuar como integrantes activos en modalidad virtual, así como nuestros compañeros salvadoreños. Por ello aceptamos inmediatamente que continúe con nosotros, en esta modalidad, Alexánder Idrobo.

Lo segundo, ha sido la presentación de la primera parte de una panorámica general de la Metafísica occidental, por parte de nuestro Asesor académico Juan Cepeda H., quien inició comentándonos acerca del interés mostrado por Parménides en su Poema sobre el ser (primer vestigio explícito de la Ontología); luego nos comentó que, según él, en Platón no se encuentra formulada explícitamente una propuesta metafísica, pero acerca del problema del ser se encuentran dos diálogos: Parménides y Sofista, particularmente este último en su segunda parte presenta las reflexiones ontológicas de Platón. Sin embargo, es Aristóteles quien sistematiza los estudios ontológicos y elabora explícitamente la pregunta: tì tò ón; [¿qué es el ser?]. En su Filosofía primera se encuentran minuciosos estudios acerca del ser [ón = ente = ser-siendo], acerca de cómo se dice [ousía = esencia o sustancia], acerca de cómo se nos presenta: potencia y acto, acerca de sus causas y en cuanto primera causa incausada, etcétera.

Con el desarrollo de la filosofía cristiana, grandes pensadores, como Agustín de Hipona, refirieron el ser a Dios, pues fue Él quien afirmó: Soy-el-que-es. Así también los grandes escolásticos, de entre los cuales vale resaltar a Tomás de Aquino, Juan Duns Scoto y Francisco Suárez, entre tantos otros. Juan nos comenta que en el caso de Tomás, este dominico nos presenta sus ideas ontológicas en un breve texto intitulado Del ente y la esencia, opúculo de juventud, y sus ideas ya maduras las podemos encontrar en la Suma de Teología. Habiendo aprendido de su maestro, Alberto Magno, el Aquinate desarrolla una metafísica aristotélica, como de todos es sabido. Siempre defensor de la analogía del ser, será contradicho por el sutil Scoto quien argumentó la univocidad del ser puesto que todo los seres, en cuanto son, son en el mismo sentido [ontológico]. La más grande sistematización medioeval de la metafísica la encontramos en las 54 Disputaciones metafísicas del jesuita Suárez, quien aunque también parte de Aristóteles, sigue la línea tomista, apartándose de ella en algunos puntos, ya para seguir a Scoto, o para argumentar su propia postura.

1 comentario:

  1. Enhorabuena!!!! doy la bienvenida a los nuevos integrantes... seguimos caminando...


    ¿Quisiera saber qué parte sigue este jueves?

    Eucha manga finse...
    anaxie

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